Recuperan patrimonio afectado por sismos en Chiapas

Las labores que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realiza para recuperar el patrimonio cultural afectado en Chiapas continúan. Desde el momento posterior a los movimientos telúricos, personal capacitado de la institución no ha cesado en su tarea de atender los monumentos históricos dañados, ejemplo de ello es la reciente restauración de siete inmuebles históricos y dos más en vías de concluirse, que se suman a los ocho entregados anteriormente.

El Templo de San Diego, en San Cristóbal de las Casas, construcción que data del siglo XVIII, con modificaciones en el XX, presentó afectaciones como grietas en muro de fachada sobre el vano de ventana del coro, que llegaron hasta la espadaña y atravesaron el muro, y otra lateral sur en la base del campanario, así como la separación de contrafuertes de lado sur, fisura en uniones de muros laterales con la fachada, por citar algunos, las cuales ya fueron reparadas. Aunado a tales labores, se desinfectó y preservó la estructura de madera de la techumbre y se aplicó pintura a la cal.

En el municipio de Berriozábal, en el Templo de San Sebastián, construido hacia 1898, se atendieron daños como fisuras, grietas y desprendimientos de aplanados de muros en general, y en elementos como el arco de la nave principal, en la viguería de la misma, la fachada, la espadaña y el campanario.

En el Templo de San Bernabé, construido en el siglo XIX y ubicado en el municipio de Ocozocoautla de Espinosa, se consolidaron las fracturas en los campanarios, además de atenderse las fisuras en ambas caras, así como la reposición de moldura en sección clave del arco de medio punto en el área de capilla, y el forjado de moldura decorativa en torres.

En la Capilla del Sagrado Corazón, localizada en el mismo municipio, con origen en el siglo XVII y modificaciones en el XX, se consolidaron grietas y fisuras en diversos elementos arquitectónicos, como las presentadas en las partes centrales de los tres arcos torales, asimismo, se reforzaron los enmarcamientos de tabique en vanos de ventanas, entre otras labores.

Por su parte, en el Templo de San Pedro Apóstol, en Huehuetán, cuya edificación data de aproximadamente 1550, se consolidaron grietas en muros, se realizó mamposteo de muros de adobe y el aseguramiento de los mechinales en muros, y se ajustaron y reacomodaron vigas de madera como parte de la rehabilitación de tejado, y se pintaron los muros a la cal.

La inestabilidad de la parte superior de la portada del Templo de la Virgen de la Candelaria, en el municipio de Tuxtla Chico, con riesgo de colapso, fue atendida mediante el retiro y restitución de chaflán fracturado. Entre otras labores de restauración, desarrolladas en el inmueble del siglo XIX por especialistas del Centro INAH Chiapas, también se consolidaron grietas y fisuras en muros de adobe.

En la ciudad de Tuxtla Gutiérrez se atendió el Templo de Santo Domingo (s. XIX), cuyo daño mayor, una grieta longitudinal en la contrafachada, fue reparada; también presentó fisuras, grietas y desprendimientos de aplanados de muros en general, así como deslizamiento de las tejas de la cubierta, daños que fueron subsanados oportunamente.

Están por concluir los trabajos de recuperación en el Templo de la Merced, edificado en el siglo XVIII, en San Cristóbal de las Casas, el cual tras los sismos del 7 y 19 de septiembre sufrió daños de consideración, como una grieta horizontal en espadaña y otra perimetral en torre sur, así como una más en la unión de muros de la capilla norte con la nave, además de fisuras en claves de arcos en campanarios, desprendimiento de aplanados en fachada, y deslizamiento y ruptura de tejas, entre otros que son atendidos como parte de los trabajos de recuperación del inmueble, que en breve finalizarán.

Asimismo, están por culminarse las labores de restauración en el Templo del Calvario, en Chiapa de Corzo, inmueble de finales del virreinato, al que por los daños del sismo se le reconstruyó la cúpula, restructuró la espadaña y consolidaron los aplanados, además de reintegrársele elementos decorativos, entre otros.

En lo que se refiere a los bienes muebles e inmuebles por destino, los especialistas del Centro INAH en Chiapas restauraron una escultura de madera policromada y articulada del Señor del Santo Entierro, que data de finales del siglo XVIII; sufrió afectación en los estratos pictóricos y soporte, además de presentar escamas y desportilladuras en la barba, cabello y nariz. Las labores de recuperación se realizaron en el Templo de San Juan, en el municipio de Jitotol.

De la misma forma, en el Templo de La Merced, en San Cristóbal de las Casas, se restauró parte de la pintura mural que decora el arco de la Merced que se encuentra en su interior y cuenta con ornamentación en argamasa y aplicación de policromía, cuyas dimensiones son de 4 metros de altura y 8 metros de ancho. La obra realizada en el siglo XVIII presentaba diversas grietas, entre ellas una horizontal de 60 centímetros que, al igual que las otras, fueron consolidadas.

Dicho arco está bellamente decorado con relieves pintados en coloridos tonos; sobre fondo de tallos y hojas, resaltan escudos nobiliarios, imágenes de leones, el sol y la luna con fuerte colorido, y un sin fin de motivos que cubren toda su superficie.

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