Ehivar Flores considera que los maestros, principalmente del arte, como él, son en un mismo tiempo Prometeo y la tea, titanes amigos de la humanidad con la que comparten, no sólo la llama divina, sino también su propia existencia a la que sacrifican para iluminar a los mortales.
Exhibe Flores, en su exposición denominada Arquitectura imaginal retórican, que se exhibe desde el jueves 19 en la casa de cultura de Poza Rica, precisamente cuadro en el que un personaje desciende de las alturas con la mano encendida. Este cuadro representa lo que el propio pintor es en este momento, alguien que comparte el conocimiento – es decir la luz, el fuego – con decenas de jóvenes a los que prepara en las artes plásticas.
La exposición también forma parte de una evolución que el propio pintor reconoce. Afirma que siempre ha el dibujo perfecto , pero por primera vez ha dejado de pensar de pensar en eso . Arquitectura imaginal retórica, agrega, es un juego de palabras que para él significa obsesión, «Construyes algo en tu imaginación y luego se convierte en retórico” , esta es una exposición de primeras veces como en el caso del desnudo femenino entre las obsesiones del autor.
Sobre su experiencia como maestro de enseñanza de las Artes indica que ha aprendido mucho de sus alumnos y también por supuesto de sí mismo “Aprendo no es deshacerme de lo que aprendo de ellos al contrario es hacer mío Lo que aprendo de ellos”
La exposición de Ehivar Flores encuentra en sala Pablo O’Higgins de la Casa de Cultura Poza Rica y permanecerá abierta hasta él 19 de mayo.