El café, industria muy redituable

Carlos Hugo Hermida Rosales

Xalapa, Ver.- La Universidad Veracruzana (UV) –a través de las facultades de Economía y Ciencias Agrícolas, el Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES) y la Coordinación Universitaria de Observatorios– ponen sus conocimientos al alcance del sector cafetalero con el fin de hacerlo crecer.

Estas entidades académicas se han abocado a atacar la problemática que enfrenta el sector cafetalero tanto a nivel local como nacional, con acciones como la realización del seminario «La cafeticultura mexicana, actualidad y escenarios futuros», y la creación del Observatorio de la Cafeticultura Veracruzana (Observacafé).

Contexto histórico

México es un país conocido a nivel internacional por la calidad de su café y desde finales del siglo XIX ha peleado los primeros lugares de producción a nivel mundial con naciones como Colombia, Brasil y Vietnam.

Después de su llegada a territorio nacional a finales del siglo XVIII, el café se convirtió en uno de los principales productos de exportación agrícola del país. Sin embargo, su aprovechamiento es muy bajo y para nadie es un secreto que el sector está abandonado.

Aun así, la industria del café en México –el grano se cultiva en Chiapas, Puebla, Oaxaca, Guerrero y Veracruz, principalmente– da empleo a aproximadamente tres millones de personas, cuya actividad gira en torno a la producción, venta y consumo de este producto.

En el país, los indígenas fueron de los primeros en adoptar la cultura del café, ya que lo adaptaron a su cultivo tradicional y al día de hoy diversas etnias –entre las que se encuentran los coras, chinantecos, huicholes, nahuas, popolucas, zapotecos y zoques– tienen relación con esta actividad, hecho que brinda una gran diversidad cultural dentro de ella.

Debido a sus zonas con suelos volcánicos y con clima caracterizado por su humedad todo el año, el estado de Veracruz se distingue por su producción de café de alta calidad, el cual es sembrado en las regiones de Atzalan, Chicontepec, Coatepec, Córdoba, Huatusco, Los Tuxtlas, Misantla, Papantla, Tezonapa y Zongolica, mayoritariamente.

Una prueba de la gran calidad del café veracruzano es que en las últimas seis ediciones del concurso Taza de Excelencia México, organizado por la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café, A.C. (Amecafé) para seleccionar a los cafés de mayor calidad del país para su posterior subasta en el extranjero, fincas de la entidad han resultado ganadoras.

Actualmente la industria del café nacional enfrenta varios problemas, el principal de ellos es la falta de articulación de las diversas instituciones y organizaciones ligadas al ámbito cafetalero, debido principalmente al vacío que dejó la desaparición del Instituto Mexicano del Café (Inmecafé) en 1989.

La academia y la industria del café

Gustavo Celestino Ortiz Ceballos, docente de la Facultad de Ciencias Agrícolas, compartió que el seminario «La cafeticultura mexicana, actualidad y escenarios futuros» –que constó de siete sesiones realizadas entre abril y noviembre de 2017– congregó a todo tipo de actores del sector cafetalero –investigadores, productores, empresarios y funcionarios–, quienes se integraron para buscar soluciones a los retos que enfrenta la cafeticultura hoy en día.

«La suma de todos estos actores dio como resultado una serie de propuestas y lineamientos enfocados a fortalecer la cafeticultura estatal y nacional, que son resultado de diferentes aportaciones y contribuciones que se dieron en las mesas de trabajo», mencionó.

El académico declaró que la industria del café se enfrenta a diversas problemáticas, por lo cual era necesario un seminario que refrescara su análisis actual.

Añadió que tanto a nivel local como nacional la cafeticultura tiene una gran importancia ambiental, debido al papel que juegan los cafetales para la conservación de la biodiversidad, así como por los servicios ambientales que brindan al entorno.

Gustavo Ortiz enfatizó que uno de los problemas centrales que enfrenta la cafeticultura mexicana es la desorganización del sector cafetalero, ya que aunque existen muchas organizaciones locales y regionales enfocadas a este ámbito, se encuentran desarticuladas entre sí.

Aseveró que es necesario regresar a la institucionalidad de la cafeticultura mexicana para poner orden al sector cafetalero y aprovechar su potencial.

Asimismo, relató que aunado a esto las demandas de la cafeticultura se han politizado, ya que pese a que existen recursos gubernamentales destinados para ella, éstos no se ven reflejados dentro del sector.

«Es indispensable transparentar todo el proceso de asignación de recursos para fortalecer la cafeticultura, ya que esto es un tema central que las organizaciones cafetaleras no han podido resolver», enunció.

José Luis Martínez Rodríguez, catedrático de la Facultad de Ciencias Agrícolas, afirmó que dentro del seminario «La cafeticultura mexicana, actualidad y escenarios futuros», la vinculación entre el sector académico y la industria cafetalera se fortaleció con la presencia de productores, así como actores de la sociedad civil.

Mencionó que el cultivo del café abarca aspectos complejos, entre los cuales se encuentran inmersas cuestiones económicas, físicas y ambientales, por lo cual las distintas dependencias de la UV no sólo difundirán el conocimiento generado en el seminario, sino que lo rescatarán para una reflexión interna que desde la academia pueda trazar nuevas líneas de trabajo.

Como parte de este ejercicio académico, diferentes participantes dieron su punto de vista sobre su ámbito de estudio dentro del sector cafetalero.

México, poseedor de gran cultura en producción del café

Lucía Téllez Rodríguez, doctora en Historia por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la UV, recordó que México posee una gran cultura en producción de café ya que los cultivos y haciendas cafetaleras se encuentran unidos a la historia de muchas regiones del país.

«La producción de café está íntimamente ligada a la historia mexicana, ya que por muchos años ha sido el sustento de vida de muchos habitantes.»

Afirmó que los mexicanos siempre han tenido un consumo incipiente de café, más por necesidad –debido al estímulo que proporciona la cafeína– que por gusto.

Lucía Téllez opinó que las personas deben conocer la importancia que la producción cafetalera tiene en las zonas en que se lleva a cabo pues de esta forma se puede generar una cultura que involucre tanto a productores como a quienes lo comercializan y lo compran.

Aseguró que Xalapa es una ciudad en la cual se respira café, por lo cual se debe fomentar una cultura en torno a este producto que involucre a toda la sociedad.

Potencial turístico desaprovechado

Laura Cabañas Pérez, directora del Centro Internacional de Investigación, Innovación, Desarrollo y Transferencia de Tecnología «Alfredo Cabañas» (CIIIDTTAC), cuya familia se dedica a la producción de café en la región de Coatepec desde hace cinco generaciones, destacó que el turismo relacionado con este producto ha sido muy poco explotado en México.

La Licenciada en Administración por la UV, mencionó que en la región cafetalera circunvecina a Xalapa existen muchas fincas con un gran potencial para ser explotadas turísticamente, las cuales podrían generar diversas microempresas alrededor de ellas.

En la actualidad Cabañas Pérez colabora en el Tour del Café, empresa cuyo objetivo es difundir la cultura del café por medio de experiencias que hacen vibrar los sentidos de las personas. Cuenta con alianzas con establecimientos como hoteles, boutiques y cafeterías, realiza recorridos a fincas cafetaleras, imparte talleres de cata de café, además de ofrecer shows de cata y barismo.

Laura Cabañas manifestó que explotar el potencial turístico de las fincas cafetaleras puede convertirlas en empresas tractoras –que fomentan el crecimiento y desarrollo económico–, las cuales impulsarán la creación de una cultura cafetalera.

Producción sustentable por naturaleza

Indra Morandin Ahuerma, investigadora del Instituto de Ecología (Inecol), comentó que una gran parte del sector cafeticultor mexicano –enfocado a la producción a pequeña escala– se convirtió de forma coyuntural en un cultivo especial que mantiene los bosques y la biodiversidad, al no llevar a cabo un uso intensivo de la tierra.

Relató que más del 50 por ciento de productores cafetaleros en México son indígenas, por lo cual la producción a pequeña escala no sólo cuida la biodiversidad, también fomenta una diversidad cultural importante de valorar.

La investigadora mencionó que los pequeños productores se enfrentan a presiones económicas para aumentar el volumen de producción, lo cual sólo bajaría la calidad del mismo ya que cuando existe mucha oferta, el precio baja.

Indra Morandin explicó que los pequeños productores de café tienen un medio de cultivo sustentable por naturaleza, el cual no daña al medio ambiente, por lo que en su producto antes que cantidad deben buscar la calidad.

«Si eres poseedor de un producto con una gran calidad, que mantiene servicios ambientales y que además cuida una diversidad biológica y cultural, debes buscar venderlo con esos valores agregados como una fortaleza del mismo», enfatizó.

Observacafé

Carlos Roberto Cerdán Cabrera, docente de la Facultad de Ciencias Agrícolas, afirmó que llenar el vacío institucional que dejó el Inmecafé es una tarea muy difícil, pero que es ampliamente demandada por los actores involucrados en el sector.

El académico comentó que ante esto el Observacafé de la UV es un organismo contemplado para concentrar información de prácticas, tesis y trabajos de campo relacionados con el sector cafetalero, además de difundir noticias de este ámbito.

Mencionó que las expectativas del Observacafé son muchas, así como las demandas a satisfacer ya que aunque Xalapa se encuentra en una región cafetalera, existe información que no llega a los usuarios finales, como el cambio de temperatura en la zona y las repercusiones para la producción de café.

La información generada en el Observacafé ayudará a pequeños productores a comercializar café de calidad producido con buenas prácticas, las cuales hagan un uso correcto del suelo por medio de productos químicos.

Al acercarles compradores y crear una conciencia en la ciudad de los beneficios del ambiente del café, se evitará que gente del campo emigre a la ciudad.

Pablo César Hernández, también catedrático de Ciencias Agrícolas, expresó que a través del Observacafé México y Veracruz vuelven al escenario de la cafeticultura en Mesoamérica, con ideas innovadoras que vinculan a instancias gubernamentales con productores, empresarios, académicos, investigadores y estudiantes, en pro de la industria cafetalera.

«El Observacafé tiene la intención de conformar equipos de trabajo que impulsen y fortalezcan el sector cafetalero del estado de Veracruz, por lo cual llena un vacío y un pendiente que la UV tiene hacia este sector», declaró.

Convenio UV-IICA

Carlos Cerdán compartió que la UV está por firmar un convenio con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), organismo especializado en agricultura del sistema interamericano que apoya los esfuerzos de los estados miembros para lograr el desarrollo agrícola y el bienestar rural, con sede en Costa Rica.

Relató que este instituto busca replicar la experiencia del Observacafé de la UV y desarrollarla entre sus países miembros, y así crear un observatorio mesoamericano del café que trabajará con todas estas naciones.

Mencionó que previo al establecimiento de este convenio, que ya se encuentra en el proceso de firma oficial, el IICA –que es el brazo de la Organización de Estados Americanos (OEA) en lo relacionado a la alimentación y agricultura de estos países– ya ofreció a la UV financiamiento para iniciar el proceso de desarrollo del observatorio mesoamericano, por lo que se espera que este organismo pronto sea una realidad.

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