(UNAM)Con los avances de la ciencia, el conocimiento y la tecnología, en un futuro no muy próximo será viable clonar humanos, pero por el momento esa posibilidad aún se puede considerar lejana a la realidad, pues el proceso de manipulación genética sería muy largo y se tendrían que enfrentar dilemas bioéticos, destacaron académicos de la UNAM.
En conferencia de medios, Ricardo Tapia Ibargüengoytia, investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular (IFC), consideró que la clonación de los primeros monos, realizada por científicos de la Academia China de Ciencias, abre la posibilidad de lograr ese proceso en humanos.
No obstante, aclaró, antes de pensar en ello tendrían que mejorarse muchos aspectos, como la eficiencia y seguridad en el procedimiento, “porque aún no sabemos si estos animales vayan a desarrollarse sanamente; además, el objetivo primordial de los científicos que trabajan en ello no es crear un humano completo, sino ahondar en la clonación terapéutica”.
Hasta ahora, remarcó, se han hecho experimentos no para clonar humanos, sino para generar blastocistos (estructuras que se implantan en el útero y contienen las células madre embrionarias) que se podrían diferenciar en distintos tejidos in vitro, y generar células destinadas a desplazar las que se mueren por enfermedades degenerativas. “Esto sería hacer clonación con fines terapéuticos y no reproductivos”.
Avanzar en este sentido brinda la posibilidad de sustituir células dañadas para tratar enfermedades incurables; ésta es una de las grandes promesas de la medicina, aunque el proceso es lento y se necesitan más estudios, subrayó Tapia Ibargüengoytia.
Al respecto, Horacio Merchant Larios, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm), expuso que la ciencia se desarrolla en dos sentidos: el conceptual y el tecnológico. “Lo que vemos en el artículo de la revista Cell es el desarrollo de un nuevo protocolo que aumentó la eficiencia para lograr el nacimiento de dos monos en un contexto de laboratorio a partir de fibroblastos fetales”.
Sin embargo, explicó, si se quisiera adaptar esta técnica para aplicarla en humanos sería prácticamente imposible, pero haberlo logrado en monos abre el camino para considerar que estamos más cerca que cuando ocurrió la clonación de ovejas.
Eso implica toda una tecnología e intervendría un dilema ético: ¿qué tanto se puede usar este protocolo o uno similar para clonar a nuestra especie?
Lizbeth Sagols Sales, académica de la Facultad de Filosofía y Letras, mencionó que desde el punto de vista de la bioética la clonación puede abordarse en distintos niveles.
Uno es la terapéutica, que a su vez es vista desde dos corrientes: la conservadora y la liberal. La primera dice: “no hagamos clonación terapéutica porque desde la primera célula hay un ser humano, y la liberal expone: el ser es desarrollo en el tiempo, por lo tanto lo que se hace en un plato de laboratorio no es humano, sino un conjunto de células con información humana, detalló.
Con este protocolo para llegar a los primeros primates clonados, el imaginario social comienza a considerar la clonación de un individuo, lo cual hoy “es ciencia ficción, pero sabemos que cada vez nos acercamos más. De modo que ¿sucederá o no sucederá?, aún no lo sabemos”.
Hasta ahora no se ha logrado, pero en caso de que sucediera, tendría que crearse un comité interdisciplinario para proteger al clon de riesgos o problemas fisiológicos, y para preservar su condición de individualidad, concluyó.