México cuenta con 76 laboratorios nacionales de excelencia nacional e internacional que atienden desafíos científicos o tecnológicos para ayudar a mejorar el bienestar de la sociedad.
La directora de Redes e Infraestructura Científica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Verónica Bunge Vivier, destacó que el programa Laboratorios Nacionales ha contribuido a reforzar el equipamiento de algunos laboratorios e impulsar el desarrollo científico en temas fundamentales.
Durante la reunión anual que se realizó del 6 al 8 de noviembre en Jiutepec, Morelos, subrayó que este programa del Conacyt tiene alrededor de 10 años de operación y cuatro pilares fundamentales: la investigación, la formación de recursos humanos altamente especializados, la prestación de servicios y la vinculación entre sectores e instituciones.
El valor de ser Laboratorio Nacional
Para el responsable técnico del Laboratorio Nacional en Vehículos Autónomos y Exoesqueletos, Sergio Salazar Cruz, además del recurso económico, ser un Laboratorio Nacional favorece la colaboración entre instancias académicas que robustecen y aceleran el desarrollo científico, además de que impulsa la vinculación con otras instancias, por ejemplo, en el caso de este con la Secretaría de Marina (Semar) o la Procuraduría General de la República (PGR).
“Lo que pretende este laboratorio es establecer colaboraciones con la Secretaría de Marina y la PGR para que ofrezcamos una plataforma robótica en caso de emergencia, como en el caso de los sismos, que requerimos herramientas de respuesta rápida, mandar robots que evalúen y nos indiquen cómo está el panorama”.
Además del recurso económico, “ser Laboratorio Nacional nos da la ventaja de colaborar con otras instituciones de otros estados, por ejemplo, tenemos colaboraciones con dos universidades de Hidalgo, con esa colaboración nosotros nos robustecemos de esa infraestructura y ellos de nuestra experiencia, de tal manera que ese intercambio nos ha fortalecido a tal grado que, cuando nosotros nos presentamos con instituciones como la PGR, ya vamos como un grupo más grande, con más expertos y mayor infraestructura”.
Asimismo, ser Laboratorio Nacional otorga prestigio porque para ello se deben cumplir con criterios muy rigurosos, subrayó el especialista en vehículos aéreos no tripulados y exoesqueletos.
Vinculación con la industria
Bajo el lema “Camino a la excelencia y a una articulación con la sociedad”, en esta reunión se hizo énfasis en dos aspectos: buscar la excelencia de estos laboratorios a través de certificaciones en normas nacionales e internacionales relevantes para el área de conocimiento de cada laboratorio, así como buscar la vinculación con los sectores empresarial, gubernamental o social.
En este sentido, Juan Muñoz Saldaña, responsable del Laboratorio Nacional de Proyección Térmica, destacó que justo ese laboratorio surgió para que los desarrollos tecnológicos que realizan en la academia sean transferidos a la industria.
“El laboratorio fue concebido para que los desarrollos que hacemos a nivel laboratorio den ese salto a la industria. Hemos generado innovaciones en las que creemos podemos tener un impacto importante, sobre todo si combinamos la experiencia que hemos cultivado a lo largo de muchos años con el concepto de la proyección térmica, para poder dar soluciones a la industria en diferentes áreas como la automotriz, aeronáutica y biomedicina, entre otras”.
No obstante, esa interacción con la industria no ha sido fácil, ya que en México no existe una “tradición” de que ambos sectores (academia e industria) trabajen juntos para hacer innovaciones.
“Esto representa grandes retos, tales como romper paradigmas, no es fácil lidiar con la industria, sobre todo cuando no te conocen, ni conoce tu trabajo, pero ahí viene la relevancia de las normas, pueden ser que no me conozcan pero si cuento con ciertas normas, entonces ya empiezan a interesarse”.
Por ejemplo, la industria aeronáutica solo colabora con los laboratorios que cuentan con las normas ISO 9100D y NADCA, “nosotros antes del primer semestre de 2018 esperamos contar con todas estas certificaciones para poder comenzar con negociaciones con Grupo Safran”, que es una multinacional francesa de alta tecnología, especializada en defensa, equipamiento aeronáutico y seguridad.
En un ambiente de camaradería, alrededor de 100 personas, entre responsables técnicos de los laboratorios, investigadores y representantes de instituciones académicas y de política científica, analizarán los retos y oportunidades para mejorar aún más este programa.